Bienvenida
Así, si os dejo un tiempecito sin entradas,
apetece ver qué es lo que escribo ahora ¿no? Sí, es una excusa por ser tan
descuidada pero ya sabéis la negativa que le tengo a las tecnologías.
¡Ya mayo señores! De aquí a nada, brindando
por el 2015. No me gusta correr tanto pero el tiempo pasa volando y reconozco
que un poco de respeto sí me da… Desde mi última entrada ya ha pasado semana
santa, y prácticamente ya estamos en verano aunque no lo determine el
calendario (lo digo, sobre todo, por estas temperaturas).
Y bueno ¿qué os voy a relatar hoy? Pues es
bien merecido hablar de una luchadora nata, un ejemplo a seguir por el esfuerzo
que pone en cada objetivo que quiere conseguir. Ella es quien me conoce más que
yo misma, no me atrevo a decir más que mi madre pero hay veces que hasta me
asusta. Mi querida amiga… ya conocemos todos que “colegas muchos, amigos pocos”.
Afirmo este dicho y ella es uno de mis pocos.
Pero ¿a cuento de qué voy a hablar de ella? Pues
bien, os resumo: mi gran amiga, ha
vuelto a España (¡menos mal!). Después de haber finalizado los estudios de
Periodismo y Comunicación Audiovisual, se negaba a percibir sueldos de becaria
por 300€ en la capital, no por ir de orgullosa sino porque es algo que todo el
mundo no puede permitir, es decir, poner dinero al trabajo que haces. Así que,
consciente del mundo cruel en el que los jóvenes vivimos, como una auténtica
mujer coraje trabajó a lo largo de casi 40 días en la forzosa vendimia para
conseguir economía y exiliar al extranjero.
Llega enero, ya ha encontrado familia como aupar, fiesta de despedida (fiestón, por cierto), y se ubica en Londres. Error,
mala suerte querida, te han tocado dos niñatas pesticidas que se merecen un par
de escarmientos de algún modo u otro, familia horrorosa, marido obsesionado con
la limpieza y madre egoísta y sí, tonta como ella sola.
Venga, vamos a probar otro destino que en el
anterior, además de ser una ruina en el estado anímico, pagaban mal y tarde. Y
bueno, ahora parece que todo gira a la perfección: casa de glamour, habitación
de ensueño, baño propio, y ganando un auténtico pastón por el hecho de quitarle
las heces a dos bebés y darles el bibe…
¡Que no hombre! Que las cosas no son de
color rosa: sin vida social, solitaria con dos criaturas envueltas en llantos y
realizando jornadas que por mucha pasta que ganara… no había tiempo de gastar.
Hay quienes aguantarían para ahorrar un poco
y, en realidad, era su propósito pero, siempre hay un pero: PROHIBIDO FUMAR. Y
según ella, y la creo, no lo hacía a pesar de su amor a ese palito de cáncer;
pero claro, hay un día libre a la semana ¿qué pasa si fumo fuera del hogar? Pues
eso, que llegas a tu casa de nanny a las 12 de la noche con un frío poco
atractivo, sin dinero en efectivo, poca batería en el móvil, meándote como si
hubieras bebido un pantano y… te encuentras con las maletas en la puerta, estás
despedida querida, “te hemos pillado, fumas”.
Mi amiga, la luchadora, tuvo la excelente
opción de echarse a reír (gran idea porque el llanto poco sirve y menos a esas
horas). No os preocupéis, siempre hay un salvador, y el que siempre ha sido un
poco protector padre nuestro (amigo, compañero de piso, y excelente persona
también está en Londres); por suerte, él pudo auxiliarla y recogerla en coche
de un amigo. Se hizo la espera larga, pero llegó a dormir debajo de un techo.
¿Resultado final? Vuelta a España, al menos
por unos días. Hoy me encuentro con ella, para darle ese gran gran abrazo que
todo el mundo necesita y que pocos recibimos. ¡La elogiaré como cual Dios! Jajaja,
en serio, para mí es un gran respeto el que merece gente así, con sus
principios antes de nada (admito que soy orgullosa y con mis ideas claras, pero
creo que existe cierto límite de aguante y ella lo ha sobrepasado).
Aplaudo por ti, amiga, por tu carácter y tu
aguante. Siempre te dije que estés donde quieras que vayas tu gente te va a
esperar. Bienvenida a casa, hoy toca recargar la vitamina de los tuyos, de tu
felicidad.
A pesar de los pesares, reconozco que es una
pena (¡una mierda vaya!) la situación de nuestra querida patria; pero si
nos sirve para recargar autoestima se seguirá aguantando un poco, solo un poco
más.
FIN.
Comentarios
Publicar un comentario