Por los míos, los nuestros y los vuestros
Ahora soy una pesadilla y, con mi
tiempo libre, he decidido escribir un poco en el blog. A quien le venga bien
para pasar el rato pues mira, eso que se lleva y yo que me alegro de
entretener.
Día duro el de hoy; lunes,
querido lunes… no por ser inhumano en la oficina ¡que va! Es por el genial fin
de semana que he pasado con los míos. Me conformo con poquísimo, lo prometo, no
soy de esas que necesitan una fiesta loca y buscando cuerpos similares a los de
Hombres, mujeres y viceversa; soy más
de pasar un día junto a una caña (y las que se vayan sumando) con la estupenda
compañía de mis amigas/os, hermana/o, primos y quien quiera unirse. Siempre se
saca el momento de una conversación genial, un momento recordado para echarnos
unas risas, y todo aquello que suceda bienvenido sea.
Así que, esta entrada va para
ellos, para los míos. Cada uno aporta algo esencial y son fundamentales en mi día
a día. Admito que soy insoportable y que ellos sepan aguantarme y, creo que,
quererme es digno de admirar.
No me alargo demasiado, lo siento
pero el pasteleo tampoco es necesario (además que tampoco nos va mucho).
Aquí os presento a una parte,
luego hablaré de otra que me falta y que ha sido y es clave en mi vida pero que
por motivos de la actualidad no estará en una temporada (aunque siempre sigue
presente).
Ell@s |
María R. Rabadán
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